Los deberes a menudo pueden sentirse como una fuente de estrés abrumadora e interminable. El estrés de los deberes puede causar frustración y ansiedad y, en última instancia, impedir que consigas tus mejores resultados.
Sin embargo, esta sensación de no tener el control se puede evitar simplemente ajustando tus hábitos de estudio. Los deberes y el estudio pueden ser una experiencia gratificante y satisfactoria si se hacen de forma organizada y eficiente. Aquí tienes algunos consejos para conseguirlo.

Practica una buena gestión del tiempo
La gestión del tiempo es la clave para evitar el estrés debido a las tareas escolares. Planificar el tiempo que necesitas para realizar los deberes puede hacer que lo que parece una tarea abrumadora sea mucho menos estresante de abordar.
Reserva una cantidad de tiempo cada día para trabajar en tus deberes, y elige una hora que te siente bien. Puede que prefieras hacerlo a primera hora de la mañana, antes de ir al colegio, o que estés más fresco al llegar a casa por la tarde.
Utiliza un calendario para planificar tu trabajo. Sé realista. Asegúrate de que tienes suficiente tiempo para completar cada tarea. Calcula cuánto tiempo crees que tardarás cada día en completar tus tareas, y deja tiempo suficiente para los proyectos y trabajos más grandes.
Haz preguntas
Una de las mayores causas de estrés es no entender la pregunta o la forma de resolver el problema en cuestión. No tengas miedo de preguntar y pedir aclaraciones sobre lo que tienes que hacer.
Ya sea una pregunta sobre cómo resolver un problema complicado de trigonometría o cómo estructurar tu redacción, ninguna pregunta es tonta. Intenta pedir ayuda a tus profesores, a tus padres, a un amigo o a un especialista en la materia en línea.
Escucha a tu profesor y toma notas
Parece sencillo, pero es algo que a muchos estudiantes les cuesta. Presta atención y anota los términos e ideas importantes en el aula. Verás que esto te ayuda a organizar tus pensamientos y a recordar la información clave, lo que hará que la hora de los deberes sea mucho más fácil.
Deja más tiempo para las áreas que te resulten difíciles
Haz un examen de práctica o escribe una redacción de práctica y céntrate en las áreas que te resulten más difíciles. Cuanto más practiques, menos estresante será el momento de hacer el examen o entregar la tarea.
Refresca tu memoria regularmente
Todas las tardes, o al menos cada dos días, repasa lo que has aprendido en las clases anteriores. Si ves que no tienes los conocimientos básicos para abordar temas más difíciles, repásalos con más frecuencia: esto te ayudará a aumentar tu confianza en esas áreas.
Dormir bien
Puede parecer una obviedad, pero es fácil sufrir la falta de sueño cuando te sientes estresado por los deberes. Esto ayudará significativamente a la concentración, la memoria, la toma de decisiones y la creatividad, todo lo cual es importante dentro y fuera del aula.
Evita la procrastinación
Te sorprendería saber cuánto tiempo puedes perder posponiendo lo que tienes que hacer hasta que hayas consultado tu Instagram, visto ese tutorial sobre duplicar llaves, o escuchado tu canción favorita.
La procrastinación podría ser el principal factor responsable del estrés por los deberes. Deja que estas sean recompensas para una vez que tu trabajo esté realmente hecho.
Toma un tentempié saludable
Está demostrado que existe una relación entre lo que comemos y el funcionamiento de nuestro cerebro. La memoria, la capacidad de aprendizaje y los estados emocionales se ven afectados por lo que introducimos en nuestro cuerpo, y para rendir al máximo necesitamos una dieta saludable.
Aunque es importante que gestiones tu tiempo y trabajes de forma eficiente, vas a ser mucho más productivo si te sientes fresco y has tenido tiempo para hacer cosas que te gustan.
Puede ser un paseo o un baño, salir con los amigos el fin de semana o hacer deporte. Sea lo que sea, asegúrate de tener ese equilibrio. Una mente sana y feliz equivale a un mejor tiempo de estudio.